Empecemos por la seguridad más básica: la de la conexión a internet. Desde INCIBE recuerdan que el primer paso hacia un entorno seguro es proteger la red privada de la organización y los routers, estableciendo una contraseña robusta y desactivando la función WPS (que permite conectarse al wifi escribiendo solo un PIN de ocho dígitos en lugar de la contraseña completa).
Tampoco hay que olvidarse de las tomas que dan acceso a la red por medio de cable Ethernet (ese que conectamos directamente del aparato al ordenador). Estas también se deberán proteger, y no deberán estar en lugares públicos o con poco control, al alcance de cualquiera.
Unido a esto, los dispositivos que vayan a utilizarse (ordenadores, tablets) también deberán estar configurados correctamente con las medidas correspondientes de ciberseguridad: sistemas operativos y antivirus actualizados, contraseñas fuertes y almacenadas de forma segura, y copias de seguridad.
Ya está la ciberseguridad fundamental preparada y se abren las puertas del centro educativo un septiembre más.
Con el comienzo de un nuevo curso, llegan alumnos nuevos, y esto se traduce en montones de nuevos datos que añadir a los sistemas digitales del centro educativo.
Datos que, junto a los del resto de estudiantes del colegio, instituto o universidad, y de los propios profesores y empleados, tendrán que ser almacenados a lo largo de todo el año escolar.